En medio de una marcada decadencia, ya no sólo de las elites gobernantes, sino de grandes segmentos de la población en general también, llegan, templados y ruidosos, momentos de definición. Ciudadanos en lo particular, actores principales del reparto escénico, grupos organizados de la sociedad, partidos políticos y otros movimientos sociales, tendrán que optar por alguna de las alternativas, no muchas, que se les han de presentar. Dos se destacan, tal y como ocurrió en 2006, para reponer la... Continuar leyendo